Sin titulo XVIII

Y ellos corrieron tan pronto como sus enormes piernas les permitieron y se escabulleron de la luz del sol, de los ruidos molestos de la naturaleza, del mar que se les venia encima de repente, de la distancia que genera huecos gigantes y nos separa. Y corrieron de si mismos una y otra vez hasta que sus reflejos dejaron de verse en sus sombras.

Comentarios

Entradas populares